Su trabajo pictórico trata de hacer una revisión de la pintura figurativa partiendo de la imagen fotográfica, lo que le lleva a incorporar a su vez preocupaciones como la temporalidad y los límites de lo visible. Pretende indagar en la imagen traducida a la pintura, en un proceso no lineal y flexible que amplíe el abanico de posibilidades plásticas. Aplicar la idea de laboratorio, asumiendo el error y el hallazgo como método de investigación. En estos trabajos se pretende remarcar el carácter de la pintura, todo se simplifica con el fin de llegar a la pintura misma. Sin embargo, a su vez, parece remitirnos a una escena teatral donde la soledad y el silencio de los espacios desprenden una poética sumergida en tinte onírico que plantean cuestiones relativas a los procesos de la memoria. A continuación, se muestran los últimos trabajos realizados por la autora y que marcan el inicio de su nuevo proyecto fruto de un viaje a Japón. Partiendo del archivo fotográfico y documental realizado durante su estancia en dicho país, así como del posterior a ésta, se pretende abarcar en este proyecto distintas cuestiones como las mencionadas anteriormente, a través de la representación de objetos (figuras), miradas de personajes o escenarios reales e imaginarios. El resultado es una especie de collage pictórico que nos muestra, además de una nueva vía de entender la realidad, el acceso y consumo ilimitado que se tiene sobre las imágenes. Por otro lado, también se puede intuir una reflexión sobre la propia pintura y el espacio.